EXPERIENCIAL:
He visto enchufes derretidos detrás de fotocopiadoras, diferenciales que no disparan cuando deben y regletas que alimentaban medio taller. La seguridad eléctrica no es un papel en la pared; son hábitos diarios y cuatro decisiones que te evitan una avería cara o un susto serio. Tanto en viviendas como en pequeños negocios, la diferencia entre “todo bien” y “vaya lío” suele estar en cosas tan mundanas como un apriete anual, un diferencial adecuado o un cuadro ordenado. Estos son los 14 consejos que aplicamos en Alcanelectric Canarias a diario, con ejemplos de lo que vemos cada semana.
Consejos que funcionan de verdad
1) Diferencial adecuado al uso. En cocinas, lavaderos y líneas con electrónica (lavadoras, aires), usa tipo A. En locales con variadores o equipos especiales, evalúa tipo F o B. Hemos cambiado AC por A y se acabaron falsos disparos.
2) SPD (protección contra sobretensiones) en cabecera. En Gran Canaria, las maniobras en red y tormentas generan picos. Un SPD tipo 2 en el cuadro principal protege tus equipos. Vimos un router y dos TVs salvados en un edificio de Arucas solo por tener SPD.
3) Apriete anual de bornas. El calor dilata y afloja. Un cuarto de las averías que atendemos son conexiones flojas. Un par de horas de mantenimiento evitan puntos calientes y disparos.
4) Nada de regletas en cascada. Si una regleta alimenta otra, y esta a su vez otra, tienes una tostadora gigante. Usa bases múltiples de calidad y respeta potencias. Mejor una línea dedicada para equipos que tragan (hornos, microondas, fotocopiadoras grandes).
5) Orden en el cuadro. Etiqueta clara, espacio y tapas bien puestas. Cuando hay que actuar, cada segundo cuenta. Un cuadro lleno a presión es difícil de mantener y suele esconder empalmes improvisados.
6) IP adecuado en exteriores. Jardín, azotea, garaje: cajas y enchufes con IP44 o superior. He visto enchufes de interior bajo una pérgola “porque no llueve”, hasta que llueve de lado.
7) Alargadores no son instalaciones. Vale para una emergencia, no para un puesto de trabajo fijo o una nevera. Si algo queda “para siempre”, merece su toma propia.
8) Termografía anual en negocios. Una pasada con cámara térmica detecta bornas calientes, fusibles fatigados y cables mal apretados. Cuesta menos que una parada por un magneto achicharrado.
9) Limpieza de cuadros y rejillas. El polvo es aislante y combustible. Un cuadro limpio ventila mejor y acumula menos calor. Media hora de aspirador y paño valen oro.
10) Prueba de diferenciales cada seis meses. Botón “T”. Si no dispara, llámanos. Y si dispara, vuelve a subirlo tras comprobar que todo está OK. Es un gesto que pocos hacen y alarga la vida útil.
11) Cables sin empalmes “ocultos”. Nada de nudos con cinta. Conectores adecuados, cajas accesibles, férulas en hilos flexibles. Lo barato sale caro, siempre.
12) Etiqueta cargas críticas. Frío, TPV, router, alarmas. Si saltan, que sea fácil identificarlas y reponer servicio. Hemos salvado ventas un sábado por localizar el magneto del TPV en 10 segundos.
13) Formación básica al personal. En negocios, cinco minutos para explicar qué hacer si salta un diferencial o cómo reconocer un olor a plástico. Evita que cunda el pánico y que alguien desconecte lo que no debe.
14) Revisa tu contrato y potencia. Si te saltan protecciones por simultaneidad, quizá no es avería; es potencia contratada justa. Ajustar tarifas y potencia también es seguridad: menos calentones y menos sustos.
Experiencia real / Caso práctico
Una clínica dental de Las Palmas sufría cortes los viernes a media mañana. Falso diagnóstico: “la red va mal”. Realidad: compresor y autoclave coincidían con el aire y el microondas. Rehicimos la distribución: líneas dedicadas para compresor y autoclave, diferencial tipo A individual para equipos con electrónica sensible y SPD en cabecera. Apriete de todo el cuadro (tres bornas a 50 ºC en termografía). Resultado: 0 cortes en seis meses. Coste de materiales y mano de obra: menor que un día de clínica cerrada.
Lecciones aprendidas
- La seguridad eléctrica es 60% orden y hábitos, 40% material correcto.
- Una hora de mantenimiento evita tardes perdidas y llamadas de urgencia.
- Elegir el diferencial adecuado al equipo evita diagnósticos erróneos.
- La termografía se ha vuelto imprescindible para prevenir.
Conclusión
Si algo huele raro, se calienta más de la cuenta o salta “a ratos”, no lo normalices. Llámanos y lo vemos con calma. En Alcanelectric Canarias nos gusta que todo quede claro, etiquetado y medido. 686 135 935 · info@alcanelectric.es. Más seguridad, menos sustos.