Miguel y Carmen nos escribieron desde Telde: “hemos comprado un eléctrico, pero vivimos en un edificio con garaje comunitario. Queremos cargar en nuestra plaza sin líos”. Los líos son previsibles si nadie te guía: qué potencia elegir, cómo llevar el cable desde tu contador, si necesitas permiso de la comunidad, qué protecciones exige la normativa, cómo evitar que salte el limitador de casa cuando además cocinas. La buena noticia es que se puede hacer de forma limpia, legal y sin enfrentarte a los vecinos. Esto fue lo que hicimos en su garaje, siguiendo la ITC-BT-52, y cómo quedó funcionando el primer día con su coche nuevo.
Guía breve para elegir e instalar tu punto de recarga
Antes de comprar nada, hay que contestar cuatro preguntas: 1) ¿Monofásico o trifásico? En Canarias, la mayoría de viviendas son monofásicas; 2) ¿Qué potencia tienes contratada? Miguel y Carmen tenían 5,75 kW; 3) ¿Cuántos kilómetros haces al día? Ellos, 40–60 km; 4) ¿Cómo llevarás la energía hasta tu plaza? Lo correcto es derivar desde tu contador individual, no del contador comunitario de zonas comunes.
Para su caso, un cargador modo 3 de 7,4 kW (32 A) era más que suficiente, con limitación de carga dinámica para no superar la potencia contratada. Con 3,7 kW llenarían 40–60 km en unas 3–4 horas nocturnas; con 7,4 kW, en la mitad. Elegimos un equipo con medición de consumo integrada, protección de fuga DC 6 mA (así basta un diferencial tipo A) y conectividad para programar horarios valle. Nada de pagar de más por un equipo que no vas a aprovechar si tu acometida es monofásica.
Experiencia real / Caso práctico
Punto de partida: plaza a 25 metros lineales del cuarto de contadores, recorrido con un tramo vertical (3,5 m) y después 18 m de bandeja pegada a pared. Notificamos a la comunidad por escrito con 30 días de antelación (como marca la Ley de Propiedad Horizontal, art. 17.5): no se necesita permiso, solo comunicación, salvo que se pretenda enganchar a servicios comunes (no era el caso). Nadie se opuso.
Ejecución: derivación individual desde el contador de la vivienda con cable de 3×10 mm² (monofásico) en tubo rígido de 40 mm hasta la bandeja metálica, fijaciones cada 50–60 cm, y tramo final a caja estanca IP65 en la plaza con sus protecciones adecuadas. Protecciones en la vivienda: magnetotérmico 40 A curva C dedicado, diferencial tipo A 40 A/30 mA y protector de sobretensiones tipo 2 en cuadro (ya lo tenían). En el punto de recarga: equipo 7,4 kW con sonda de medida de corriente en la entrada general de la casa para activación del control dinámico (si en casa están a 3,8 kW, el cargador reduce a 1,9 kW para no pasar de 5,75 kW contratados). Etiquetado y pruebas con vehículo: todo OK, consumo registrado y carga en valle programada 00:00–06:00.
Tiempo total: 6,5 horas de trabajo entre dos técnicos, corte de suministro de 20 minutos para conexionado en contador, y boletín CIE específico para la modificación. Coste orientativo del conjunto instalado, con equipo, protecciones, cableado, canalización, mano de obra y legalización: 1.590 € IGIC incluido (los precios varían según distancia y complejidad). Miguel y Carmen ahora cargan a 16 A (3,7 kW) por la noche y, si un día van apurados, suben a 32 A con un botón. En 3 meses han hecho 3.100 km y el coste de “combustible” ronda los 0,032–0,05 €/km según la tarifa contratada.
Detalles útiles: añadimos un candado anti-desconexión del cable, un soporte para mantenerlo limpio y un adhesivo con QR a la guía rápida. Configuramos la app para enviarles un correo si la carga no se inició o si alguien desconecta. Por último, dejamos una etiqueta en el contador indicando la derivación para futuras inspecciones. El administrador nos dijo: “así da gusto, todo en orden y sin molestias a la comunidad”.
Lecciones aprendidas
- Desde tu contador, no del comunitario: evitas líos y pagas lo que consumes.
- El control dinámico es oro con potencias de 3,45–5,75 kW: no saltará el ICP, ni el contador.
- Diferencial tipo A + detección DC integrada en el cargador = instalación más limpia.
- Notificar a la comunidad es obligatorio, pedir permiso no (si no usas comunes).
- Etiqueta y documentación lista: CIE, esquema y fotos ahorran problemas futuros.
Conclusión
Cargar en casa en un garaje comunitario es posible, legal y, si se hace bien, invisible para tus vecinos. Elegir el equipo adecuado, dimensionar el cable y poner las protecciones correctas marca la diferencia entre un punto que da guerra y uno que te olvidas de que existe. ¿Te ayudamos con el tuyo en Gran Canaria? Te asesoramos desde la carta a la comunidad hasta la primera carga.
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